La Asamblea General de las Naciones Unidas -ONU-, por Res. 54/134 de 1999, declaró el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer a fin de reclamara los Estados políticas de erradicación de la violencia de género.
La fecha conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal en República Dominicana en 1960, caso testigo de la violencia institucional contra las mujeres.
Además, la precitada Resolución “Invita a los gobiernos, los organismos, órganos, fondos y programas del sistema de las Naciones Unidas, y a otras organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales, según proceda, a que organicen ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto del problema de la violencia contra la mujer.”
Entre sus antecedentes, la ONU invoca la Res. 48/104 de 1993, de “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”, cuyo artículo 1, primera parte, define: “A los efectos de la presente Declaración, por «violencia contra la mujer» se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
Y establece : “Los Estados deben condenar la violencia contra la mujer y no invocar ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa para eludir su obligación de procurar eliminarla. Los Estados deben aplicar por todos los medios apropiados y sin demora una política encaminada a eliminar la violencia contra la mujer.(…)”
El movimiento de mujeres se encuentra en alza internacional, en nuestro país el colectivo #NiUnaMenos desde 2015 no ha dejado de crecer. El próximo 8 de marzo, en 48 países, se realizará el paro internacional de mujeres contra la violencia institucional y social y por todas las reivindicaciones de las mujeres.
La Gran Logia Femenina de Argentina se opone a todas las formas de violencias: doméstica, institucional, laboral, obstétrica, mediática y contra la libertad reproductiva;a la existencia de las redes de trata, a los crímenes de odio y a todas las formas de discriminación. Promueve la aplicación en todo el país de la Ley de Salud Sexual Integral.
