Mientras vivimos como toda la Humanidad el acontecimiento duro y difícil de una pandemia, de una forma u otra todas como mujeres y masonas seguimos adelante con el trabajo. Hoy cumplimos un mes de las elecciones, las que pudimos concretar después de haber esperado pacientemente un año, producto de la capacidad de adaptación y motivadas por el Bien General de la Orden logramos ejercer nuestro derecho a elegir y ser elegidas. 

Y este 2020 no pasó en vano, aprendimos que hay “no tiempos” pero pudimos hacer valer la oportunidad y el momento presente.

Mi profundo reconocimiento a todas y cada una de las QQ.·.HH.·. que desde cada uno de sus terruños emitieron y remitieron sus votos  desde sus convicciones acompañando a aquella lista que entendían las representaba como propuesta institucional.

A las que nos votaron mi agradecimiento porque eligieron un proyecto que  hoy venimos a continuar, profundizar y mejorar  ya que ha nacido desde  las entrañas de esta diversa, plural y federal Gran Logia que crece y se agiganta nutrida de cientos de mujeres de distinta idiosincrasia, que con sus tonos de voz, sus saberes,  sus sueños se suman como hacedoras de un presente que siembra futuro en y para la masonería femenina de nuestra jurisdicción.

Quiero hacer extensivo mi agradecimiento a las QQ.·.HH.·. que acompañaron con su voto  a la Lista  “Libertad de Conciencia”  me recordarán  que hay  otra mirada de pensar la Orden y esto permite siempre la posibilidad de reflexionar, modificar, crecer.

A la Ex Serenísima Gran Maestra y todo su Consejo profundo reconocimiento y agradecimiento por el tiempo, la dedicación, la entrega, y por el crecimiento interno y externo de nuestra amada Gran Logia que marca el punto de partida de la actual conducción.