Por la S:.G:.M:. Maria Elena Castillo
Pensaba que cada fecha patria nos invita a poner en valor tres aspectos del vocablo conmemorar: Hacer memoria, Honrar la Memoria y Hablar de esa memoria porque hace al ser identitario de nuestra nación.
En nuestra posibilidad de hacer memoria traemos al presente la historia de nuestra independencia, ella es el fruto de una larga tradición de debates y batallas, intelectuales y militares, de hombres, pero también de mujeres
hacedores de la independencia, nutrida del protagonismo de muchos Hermanos en defensa del librepensamiento y de la dignidad de los pueblos.
Sabemos que la independencia fue un proceso que comenzó a gestarse en la semana de mayo de 1810 dando nacimiento a la Nación Sociológica hasta que en 1816 se reconoce el nacimiento de la Nación Histórica, “de la revolución a la independencia” este rito de pasaje circunscribe la etapa fundacional de la
Argentina.
Al hacer memoria no podemos dejar de tener presente el contexto internacional de esa época y nos debemos un análisis histórico fidedigno con los intereses que se encontraban en juego tanto en el extranjero, como en la metrópoli y en el interior en post de Honrar la memoria desde las diversas miradas, puesto que bien sabemos que siempre es posible la existencia de otra Historia.
Era el tiempo de defender y profundizar el proceso que se inició el 25 de mayo. Fernando VII reinstituido en el poder se aprestaba con el Ejército realista a recuperar los territorios americanos que se encontraban en manos de los revolucionarios americanos. En ese contexto se dio en debate y las Provincias Unidas se juntaron para decidir que hacer frente a tal situación.
En Tucumán, el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas de Sudamérica se reunió para limar las asperezas entre Buenos Aires y las Provincias y aprestarse a dar tratamiento al proyecto de deliberación sobre la Libertad e Independencia del País. Era tiempo de poner en palabras y acción los ideales libertarios.
Cierto es que cada conmemoración del 9 de julio, la/os argentina/os sentimos un hondo llamado a la reflexión. Es una fecha que nos convoca y nos interpela a todos. Como mujeres masonas de Argentina, sentimos la necesidad, el compromiso y la urgencia de mantener vivo el espíritu de LA INDEPENDENCIA que no es otro que el de la Masonería: la autonomía política y económica, labranza de la educación, la generación de trabajo, la divulgación de los derechos y las responsabilidades ciudadanas, la igualdad ante la ley, a instauración de la Ética Publica y de la Ética Social para que nuestra sociedad sea cada vez vas justa, más libre, más equitativa.
Cierto es que cada conmemoración del 9 de julio, la/os argentina/os sentimos un hondo llamado a la reflexión. Es una fecha que nos convoca y nos interpela a todos. Como mujeres masonas de Argentina, sentimos la necesidad, el compromiso y la urgencia de mantener vivo el espíritu de LA INDEPENDENCIA que no es otro que el de la Masonería: la autonomía política y económica, labranza de la educación, la generación de trabajo, la divulgación de los derechos y las responsabilidades ciudadanas, la igualdad ante la ley, a instauración de la Ética Publica y de la Ética Social para que nuestra sociedad sea cada vez vas justa, más libre, más equitativa.
Hoy las luchas son distintas, las reivindicaciones están fragmentadas, son reflejo de intereses tan parciales y parcializados, que invalidan la posibilidad del encuentro que nace del consenso, facilitando la disociación social y disolución de un sentimiento nacional genuino, que represente lo diverso y plural de nuestra sociedad.
Pensar para repensarnos, dialogar para de construir nuestro actual sujeto social e histórico, con mayor libertad, libre de prejuicios, nutrido por valores y virtudes que respeten la dignidad de cada ser humano nos demanda nuestro compromiso ciudadano.
Suelo decir que la historia nos da la posibilidad de analizar en el presente las huellas del pasado a la luz de la verdad para decidir de que nos queremos apropiar en esa memoria, porque esta apropiación será el punto de partida de las nuevas páginas a escribir, por ello siento que el espíritu de la independencia nos convoca como librepensadoras en absoluta libertad de conciencia a construir la actualidad desde los consensos.
Para lo cual cabe reflexionar sobre la presente consideración cuya autoría no me pertenece pero que he intervenido “es posible que cuanto mas difícil sea la construcción social, cuanto más profunda sea la distancia con las epopeyas del pasado, cuando más alejadas estemos de aquello que nos identifica con un sentir, con una idea y con un proyecto común, tanto mas valiosas y mas auténticas se volverán todas y cada una de las acciones del presente, porque van a ser estas, y no otras, las que puedan ser visualizadas como símbolos de la continuidad del ser nacional, como las acciones auténticas de la transformación que permitan alcanzar el bienestar de nuestra sociedad desde la unión, en paz, en progreso para esa sociedad libre, justa, equitativa inclusiva e integral que todo/as merecemos y para la que trabajamos”
¡Que viva la posibilidad de sumar consensos en una nueva construcción conjunta, para que VIVA LA PATRIA!